Estoy en medio de un verde jardín, rodeado de flores que lloran por el intenso frío, una sombra me cubre la mitad de mi rostro azulado, sigo ciego y paralizado, no entiendo lo que está sucediendo, mis zapatos grandes y anchos tratan de arrancar, solo mis manos de miedo se han refugiado en los eternos bolsillos de mi pantalón, la camisa con tenues colores se humedece más que las puertas de mi terraza, sigo el ritmo ausente del agua pura que toma mi perra, asustada me mira de lejos cruzando el largo patio, sigo sintiendo un olor extraño, todo se mueve bajo mis pies, mis ojos reaccionan demasiado tarde, el ruido de la profundidad de la tierra ha llegado y baila en el espacio, me cuesta estabilizar mi alto cuerpo que siente este nuevo terremoto…………………………………
Jorge Bremer, agosto 2011.